lunes, 28 de septiembre de 2009

Domingo 27 de Septiembre del 2009


Casi son las doce de la noche, tan solo quedan uno minutos y ya habrá terminado otra semana más, siete días los cuales se difieren de los anteriores en la fecha, un domingo mas atrapado en mi mismo, atrapado en mis pensamientos; otro domingo gris con tormenta incluida, un efecto meteorológico que me hizo por alguna extraña razón en rememorar y reflexionar en lo idiota que llegamos a ser los humanos. Por una curiosa asociación de ideas mi mente me ha transportado a los veinte años, en aquellos días de niñato, de joven con una fijación por comerse el mundo y lleno de felicidad al lado de una chica fantástica.

Jo! Aun recuerdo lo que me costo convencerla para que estuviera a mi lado, aquel año nuevo, en aquel bar y tras casi diez cervezas, por fin pude oír de sus labios las palabras deseadas; que rara forma de comenzar una historia de amor. Cuan extraño somos, que durante el noviazgo todo son buenos propósitos, las prioridades las tenemos claras, nuestra pareja es el epicentro de nuestras vidas, todo gira en derredor del amor, de ese amor compartido por ambos, que nos hace priorizar las tareas cotidianas sopesando el resto únicamente si nos deja tiempo para compartirlo juntos, no hay malas palabras, no hay discusiones que no terminen en beso y en una apasionada reconciliación; en aquellos días no permitíamos irnos cada uno por su lado sin haber terminado un enfado abrazados y prometiéndonos que no reñiríamos mas; cuando éramos novios sacamos tiempo para nosotros, porque en aquel entonces lo importante éramos nosotros; no sé si me estoy explicando bien, no sé si al leer todo esto alguien entenderá lo que quiero decir, pero casi lo estoy escribiendo sin pensar, pero por alguna extraña razón necesito escribir esto. Cuando uno es joven, inexperto en la vida, ingenuo, y tiene la enorme suerte de estar enamorado, sabe lo que es importante; pero al paso de los años, se supone que va adquiriendo experiencia vital, deja a un lado la ingenuidad propia de la edad viéndose más preparado para enfrentarse a los problemas que le van a ir asaltando en el camino, pero por algún motivo, con el pasos de esos mismos años, vamos dejando a un lado a esa persona que compartió tan idílicos momentos de juventud, ya no somos capaces de priorizar hacia nuestra pareja, al parecer ya no es el epicentro de nuestro amor, o si lo es no lo demostramos como antes, hasta que finalmente un día te acuestas a su lado sin besarla, sin pedir perdón, te acuestas enfadado; y lo peor, es que al parecer te da lo mismo.

Es ese el momento en el que tendríamos que parar, echar el freno, detener el mundo, recapitular y no dejar que pasara la noche sin resolver el problema, pero no es así, dejamos pasar esa noche, dejamos que pasen mas noches iguales, hasta que desaparece la magia sin darnos cuenta que pasamos de ser dos bobos enamorados a dos extraños enfadados. Fue la primera noche, aquella en que perdimos la magia la que tendríamos que haber parado el mundo, aun a riesgo de irse todo el planeta a la mierda si con ello salvábamos lo nuestro. Esa tendría que ser la actitud, o al menos durante un tiempo, durante el noviazgo lo fue.

Ahora con algo más de años, con algo más de experiencia, veo que sigue pasando lo mismo, hablo con amigos, a los que les sigue pasando, a pesar de ser muy expertos en la vida, a pesar de los años que tengan, dejan que la magia se extinga, dejan que sus mundos se vallan a la mierda, permitimos dormirnos sin pedir perdón, sin esperar un te quiero. Por alguna extraña razón con el paso del tiempo, lo que antes es maravilloso y nos llena, lo que antes es el eje de nuestras vidas, lo apartamos y priorizamos hacia otras muchas cosas, relegando a un indeterminado puesto a la persona que amamos, en pos de cualquier banal escusa; por alguna extraña razón con el paso de los años junto a nuestra pareja es más fácil disculpar al vecino del quinto, que perdonar a quien se supone que queremos.

En fin no se si se me entiende, solo son reflexiones de domingo a las doce de la noche, pensamientos antes de acostarme a esperar la llegada del lunes, deseando no soñar esta noche, esperanzado en un mañana diferente…

PD: a los que puedan leer esto, aquellos que aun estén enamorados y sean afortunados de compartir sus vidas con las personas a las que aman, no dejes pasar una noche de enfado, no te acuestes sin verle-a sonreír, y jamás te des la vuelta en la cama sin antes besar esos labios que antes te apasionaban, la pasión esta dentro de nosotros, es una hoguera la cual hay que alimentar para que no se extinga; la solución no es buscar otra hoguera sino encontrar el mejor alimento inflamable, puesto que la hoguera que tienes y cuidas durante años ya tienes buenas ascuas.

Y en especial para ti, que no se si lees este blog, pero tengo la necesidad de decírtelo; te pido perdón, siento mucho las noches de mal humor, las de pesadilla o aquellas en que no te saque una sonrisa, te pido perdón con mayúsculas y te agradezco todos los años que vivimos. Que tu hada veles todos y cada uno de tus sueños y que jamás se olvide de ti…

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