domingo, 20 de diciembre de 2009

Como prometí la última vez que plasme algo en este blog, cuelgo la segunda parte de un poema, escrito ya hace tiempo pero que sigue en vigencia como el primer día que lo escribí, no sin antes exponer una pequeña entrada que me viene que ni pintada en las fechas que nos encontramos; ahora corren unos preciosos días en los que todos tenemos grandes sentimientos que afloran al murmuro de canticos navideños, deseos que todos nos planteamos para el final y para el comienzo del año. A todos nos pasa, vemos esas idílicas películas de las navidades blancas donde todo es posible y donde al final triunfa la felicidad; pues bien, yo me atrevo a decir, ¡que una mierda!, que todas esas bobadas de las que esas canciones nos cuentan, o esas películas empalagosas nos narran y hasta esos estúpidos libros que nos mandan un mensaje, todo eso no son más que patrañas, estupideces que no se sabe bien porque en estas tan señaladas fechas sean más que inevitables a nuestro alrededor, son estos días extraños en los que intentamos más que en ninguna otra fecha conseguir esos sueños anhelados durante todo el resto del año, hacemos hincapié y reiteramos esos deseos, llegamos a creernos que si luchamos, si somos nosotros mismos, si demostramos que no somos malas personas ese deseo de ser felices al final se cumplirá; pero yo digo,! qué una mierda!, da igual lo que luches, lo bueno que seas o por mucha personalidad autóctona de ti mismo que tengas, no vas a conseguir que se cumpla el sueño.


Yo soy de los que lloraron y se emocionaron con la película “que bello es vivir”, me creí que daba igual ser sordo de un oído, ser feo y desgarbado o ser pobre, lo importante es amar y ayudar a los demás, porque eso al final te recompensara con el amor incondicional; fui también de los que al final de ver “cuento de navidad” tenía muy claro que siendo tacaño, huraño y déspota, al final uno termina solo y triste; el mensaje nos quedo bien grabado desde pequeños (o al menos a mi), pero el mensaje miente, uno al final termina solo, sentado frente a la pantalla del ordenador escribiendo lo mal que se vive cuando no es amado, lo duro que es dormirse cada día pidiendo en su interior que mañana se produzca el milagro, recibir un mensaje en el móvil, un email al abrir el correo o una simple nota bajo la puerta; pero los días se han ido sucediendo uno tras otro, los meses se van acumulando consumiendo estación tras estación y al final, al final las navidades se van repitiendo en la soledad frente al ordenador aquí sentado, deseando que al despertar se produzca el milagro; “paparruchas”…

Lo único que saco en claro de todo esto, es que un tipo como yo, un individuo feo, gordo, calvo y con una peculiar forma de ser no se le cumplen los sueños; dicen que la vida es de los audaces y que la felicidad es para el que la persigue y lucha por ella, pues a mí ya no me quedan ganas de luchar e ir detrás de humo, me conformo con ser feliz con los míos, mis padres, mis hermanas, mis sobrinos, mis cuñados y unos pocos amigos; pero para llenar la otra mitad de mi alma, para eso como canta Lucia Galán “inventare amores de cristal”…

Ando a paso corto, arrastrando mis pies

sin un destino fijo
sin saber muy bien que camino sigo,
pensando en aquello que me contó mi amigo
¡en amor! En sentirse querido
en ese sentimiento que todo lo inunda
y que a todos alimenta,
les llena de alegría dando sentido a sus vidas;
en eso que todos necesitamos
pero que a mi se me hace complicado.
Siendo yo mismo, todo dándolo
siempre termino rechazado.
Ahora mirando atrás en mí camino
veo que nadie por mi a sentido un amor desenfrenado,
no pido un sentimiento desmesurado
tan solo desearía lo que todos tienen y llena sus vidas
alguien que me quiera y me quite esta apatía.
Una persona que me quite esta idea
que cambie la pregunta que tanto me ronda,
¿y a mi porque nadie me quiere?
¿por qué por mi nadie siente?
no paso de ser mas que un buena amigo
el que sabe escuchar a las mujeres,
el que en silencio ama y padece,
el que se arma de paciencia hasta agotarla
lanzándose al temor, enfrentándose
al fracaso exponiendo su amor;
para después caer en el abismo
en un pozo lleno de desesperación;
callo mi corazón con una caricia
unas simples palabras y un beso en mi mejilla,
acompañado de una daga envenenada
que atravesó mi alma hasta secarla;
¡que solo soy un buen amigo! ¡el mejor que a tenido!
y se supone que eso me a de consolar
que a de ser suficiente puesto que no hay
cosa más grande que una buena amistad.
Pero si eso es verdad, si eso a de darme felicidad
¿por qué arrastro mis pies al andar?
será porque no es amor esa amistad
solo es una excusa, una forma de no dañar.
Y seguiré caminando, seguiré escondiéndome
intentando que nadie se percate al verme caminar
pero cada día las mismas preguntas
a mi cabeza volverán
¿Por qué a mi nadie me quiere?
¿Por qué su amor me a de negar?

Os deseo a todos unas felices fiestas y que el próximo año os depare felicidad y amor; esto lo deseo de corazón, lo mejor y más barato que tenemos son los sueños, que eso no os lo quite nunca nadie. A pesar de mi negativa a seguir soñando, a ilusionarme y a creer en los pequeños milagros, deseo que algún día cambie y vuelva a soñar.


Quiero terminar esta entrada con un pequeño homenaje a un gran actor Robin Williams en su película “el hombre bicentenario”, se la recomiendo a todo el que quiera ver una buena película.

“Uno se alegra de ser útil”…

sábado, 5 de diciembre de 2009

Viernes 4 de Diciembre del 2009


Tengo que agradecer a todos aquellos que se molestan en perder un poco de su tiempo en entrar en este blog y leer mis pensamientos, a todos los amigos, conocidos y anónimos que me brindáis con un poquito de vuestro impagable tiempo gracias; cuando comencé a escribir en el blog nunca imagine que nadie pudiera llegar a leerlo y muchos menos que gustase lo que pienso y siento aquí plasmado. No lo hice por regodearme en mi propio dolor, todo lo contrario, lo comencé con el afán de mejorar día a día, de ir dejando a un lado el lastre de mi infelicidad y de mi mala suerte frente a las relaciones interpersonales, prometí o mejor dicho me prometí a mi mismo escribir cada día, pero las cosas nunca son como uno desea o piensa en un principio, como algunos me habéis ido preguntando a lo largo de estos meses y sobre todo de este último mes, no deje de escribir porque haya encontrado la felicidad, lamentablemente no es así, simplemente deje de hacerlo porque no me sentía con muchas ganas, muchos otros me han ido dejando su parecer en mi correo o incluso en este blog, el parecer de algunos (que todo es respetable) y así me lo hicieron saber, es que me regodee en demasía en mi dolor, he llegado a plasmar tanto lo que siento y lo que me ronda por la cabeza que en cierto modo se me olvido escribir partes de mi propia vida, partes importantes de esa vida que si soy sincero con migo mismo, es lo que me hace despertar cada día y seguir adelante; porque no todo es dolor en mi existencia, hay momentos en que podría decir que rozo la sensación de felicidad.

Quiero por lo tanto retomar en cierto modo este blog, no prometo que sea a diario, pero si no abandonar lo que tanto me llena y me hace ser yo mismo, espero que algún día pueda plasmar en esta misma página que soy y siento lo que la definición bien define la palabra felicidad…

“La felicidad es un estado de ánimo caracterizado por dotar a la personalidad de quien la posee de un enfoque del medio positivo. Es definida como una condición interna de satisfacción y alegría”

En estos momentos, por mucho que lo intento sigo sintiendo lo que en su día me empujo a escribir en este blog, como en otras ocasiones deje una pincelada de mi humilde arte, de escribir con el corazón, espero que guste o que al menos alguien me entienda; gracias a los que me leéis, amigos. Conocidos y anónimos, que algún día me gustaría saber quiénes sois y así poder agradeceros vuestro tiempo y palabras…

¿y porque a mi nadie me quiere?
Voy arrastrando los pies al caminar
con las manos escondidas en los bolsillos,
la chaqueta abrochada hasta el último botón,
y con el cuello encogido
en un intento de pasar desapercibido,
la mirada oculta tras los cristales de mis gafas,
mirando de soslayo
a todo aquel que sale a mi paso.
Camino agazapado, refugiado
casi escondido en una pared que esta a mi lado
¡ojala ese refugio siempre lo tuviera!
¡vendita suerte si yo desapareciera!
es el pensamiento que me aborda
una idea que me ronda
justo antes de cruzar esta acera.
Mirando a un lado y a otro doy el primer paso
pisando temeroso el negro asfalto,
no es el temor del desenfreno de la circulación,
tan solo es el pavor
de abandonar mi rincón,
cruzo rápido, casi a saltos
pasando apenas de puntillas
sin hacer ruido, así nadie se fija.
Ya me encuentro al otro lado
arrastrando mis pies y encogiéndome
a ver si así me puedo esconder.
En mi camino se cruza un amigo
me saluda alterado y muy alborotado,
un brillo de alegría regala su mirada
estrecha mi mano, abraza mi torso
dando en la espalda dos fuertes palmadas.
¡Amigo mió! Alegra esa cara
tengo grandes nuevas, una buena noticia
encontré lo que todos buscamos
parece mentira pero es cierto
existe eso que anhelamos.
¡tranquilo! Ve algo más despacio
¿Qué es eso tan hermoso que has encontrado?
Es el motor de la vida, el alimento de las sonrisas
lo que a todos nos impulsa a despertar cada día,
es el amor correspondido
es que alguien te mire y te diga
que hoy, mañana y siempre estará contigo.
Eso es lo que encontré, es lo que me da esta alegría.
¿de amor hablas? ¿te has creído esa mentira?
Esa con la que todo el mundo
pretende dar sentido a sus vidas,
vana ilusión llena de adulteradas fantasías.
Por acelerar tu respiración, por una arritmia
al latir de tu corazón
ya piensas que es amor,
pues yo pienso que lo tuyo se cura,
que es más bien una enfermedad
un contagio, un virus mental;
perdona mi ironía, perdóname mi sarcasmo
no pretendía herirte con mis comentarios;
sigue tu camino, corre al lado de tu amada
llega allí donde ella te espera
abrázala y susúrrale lo mucho que la deseas.
Y no te olvides nunca de decirle cada día
que la quieres, que te llena de alegría
que tú sin ella no existirías.
Y después de marchar mí amigo
he seguido andando, mis pies arrastrando
y he intentado volver a pasar desapercibido,
después de su encuentro
ahora mas que nunca metido en mi mismo.

Quizás otro día cuelgue la segunda parte de este poema, quizás otro día las cosas ya no sean tan negras… dudo que para mí, después de tanto tiempo cambien, encuentre aquello que para muchos es el motor de sus vidas, ya que hoy me recordaron que el reloj biológico nunca deja de marcar el tiempo que hemos de vivir; y como en alguna ocasión me han recordado cada cosa tiene su tiempo.