Lunes 14 de Septiembre del 2009


¡Vaya! Lunes, más de lo mismo, pues si creí o pensé que este lunes sería diferente; en cierto modo lo fue, algo más de trabajo hubo, así que menos tiempo para pensar y eso tal y como estoy es de agradecer, pero en definitiva lo dicho, ¡más de lo mismo! Nada más empezar el día, fue nefasto para mi estado de ánimo, un aguacero de tres pares de narices, con la habitual empapada, a esto sí que no puedo hacerle nada ya que es lo que toca en estas fechas.

Hoy le estuve dando vueltas a la cabeza, como poder expresar otra vez mi mal gusto por victimizarme, la verdad que por mucho que lo pensé no he conseguido tener ninguna idea buena para plasmarla aquí; sin querer, al menos conscientemente, abrí uno de mis antiguos documentos, escrito ya hace uno años, un poema que por aquel entonces reflejaba fielmente lo que sentía, pues bien, para mi sorpresa, después de releerlo, es exactamente como me siento ahora, hoy por hoy sigue en vigencia aquel sentimiento, y encima hacia ti, ¡si! A pesar del tiempo transcurrido es como si no hubiera andado nada, sigo estancando en el mismo sitio, en la misma situación; ¡ufff! ¿Dónde está esa evolución personal de la que todo el mundo habla? ¿Dónde se escondió aquel chico arrogante y con grandes proyectos? Mucho me temo que salió un día y perdió la orientación de su camino… en fin, para muestra un botón, aquí os dejo aquel poema que hoy he rememorado, esta tal cual lo escribí en su día y te lo leí casi susurrándote al oído.

EL NIÑO Y LA LUNA

                                                Dime luna ¿porque la vida es tan complicada?

¿Por qué soñamos? Si después no pasa nada,

mira luna ¿Por qué es este alma la que siempre esta atormentada?

Y luna mira… pero no ve nada

Intenta fijar su mirada aya donde la voz asomaba.

Dime niño ¿de que se queja tu alma dorada?

No es un mal tan grande lo que sufres

No es dolor tan profundo lo que sientes,

Niño no padezcas ese amor que no tienes.

Muchos antes que tú vivieron y sintieron

Y más aun después que tú anhelaran aquello que perdieron.

Y el niño sale de su escondite protegido

avanza el camino que muchos antes han recorrido.

Sienta su cuerpo en la piedra encontrada

fijando su vista en bobada.

Pero dime luna ¿Qué puedo hacer para ya no sentir nada?

Yo solo deseaba que ella sintiera

como mi corazón la amaba,

solo quise que aquella pasión

jamás terminara… y que el tiempo no pasara.

¡Ay niño! Creo que mucho has soñado

puesto que eso más que un deseo es sueño complicado,

no hay dios, ni hombre, ni ser que no lo haya soñado

mas a pesar de ser sueño compartido

no es posible el poder haberlo vivido.

Y el niño cabizbajo y callado

piensa bien en lo que le ha contado.

¡Ay niño! No entristezcas tu corazón

porque aquello que has perdido

en tus recuerdos lo tienes bien guardado.

Y el niño a luna mira

con lágrimas en sus ojos suspira.

No quiero ya recordar luna

porque con cada recuerdo en mi abre una herida,

y pienso que nunca mas ella por mi suspira.

Pero dime niño ¿es tan grande ese amor?

¿es tanto aquello que te causa ese dolor?

Dime tu luna… respondeme

¿se puede medir el agua del mar?

¿se puede barrer la arena del desierto al soplar?

mas nunca luna… podrás ahogar

el grito de un niño al llorar.

No es cuestión de acallar tal grito

no es necesario,

ni es necesario eludir su llanto,

tan solo es cuestión de consolarlo.

¡Pero luna! ¿Qué consuelo cabe en mi mano,

que no haya yo intentado?

Y mil veces he pensado

que lo mejor es no estar a su lado…

mas mil veces me he negado

a mi mismo desesperado.

¡Ay niño! No concibo

lo que en ella vas buscando.

¿O no fue ella que en más de una ocasión

te menciono que no la apartaras de tu lado?

¡entonces niño! ¿Qué buscas con tu llanto?

Y el niño vuelve a estar cabizbajo y callado,

y luna mira como su llanto va ahogando.

Tan solo quiero luna decirle,

que muchos errores cometí

pero que de todos me arrepentí.

Tan solo quiero luna decirle,

que no habrá día vivido

que en mi alma no la lleve metido.

Pero no ves niño que el tiempo a pasado

que sus sentimientos sin duda han cambiado,

que aquello que un día sintió

pronto ya habrá olvidado.

¿Pero no lo ves niño?

que si alguna vez en su corazón hubo fuego encendido

con tus actos y palabras,

ya esta apagado y bien extinguido.

Tan solo deseo luna…

Que no me olvide, que jamás me aparte de su lado,

puesto que nunca nadie la amara

como yo la he amado.

Y otra vez cabizbajo y callado

el niño se ha quedado.

Seca tus lágrimas niño

que no sabes lo que un día te traerá el destino,

quizás un día al despertar

al despuntar el sol por tu ventana,

ya no veas esa pena en tu corazón encarcelada,

quizás un día al despertar

al abrir tus ojos a la mañana ya tu alma no este desesperada,

seca tus lágrimas niño

que es una pena ya desmesurada.

Tu tan solo ves luna

en mi alma una pena exagerada,

luna yo tan solo veo

que mi vida se ha quedado desgarrada.

Me atreví a imaginar que todo podía ser distinto

que su camino y el mío podíamos fundirlos.

¡Ay niño! No olvides lo que has vivido

aprende y sigue tu camino,

no dejes tu cuerpo hay sentado

no habrá consuelo en tu alma si te quedas apesadumbrado.

Y el niño mirando a luna

ya no esta cabizbajo y llorando.

Dime luna ¿a cuantos has amado?

¿Quién es el afortunado que tu corazón te ha robado?

puesto que nadie da consejos tan acertados

de un tema tan delicado

sin haber sufrido un amor tan desgraciado,

dime luna ¿Quién es el que te ha atrapado?

No es por amor niño que yo te hablo

no es por sentir aquello que tu alma ha atormentado,

quizás niño solo es un deseo que he escuchado.

¿Por qué luna no cumples mi deseo de devolverla a mi lado?

Mil veces te he pedido… mil veces lo he deseado

que le des a mi corazón lo que tanto he soñado.

Quizás niño te quedes aquí sentado

Cabizbajo y callado,

quizás niño no halles consuelo para tu corazón agrietado,

o quizás niño… con mis consejos a ti

este cumpliendo lo que otro corazón me ha rezado.

Y el niño ya no tiene su cuerpo en la piedra sentado,

cabizbajo y pensativo ha retomado sus pasos ya andados.

Dime luna ¿Qué deseo te ha traído a mi camino desolado?

¿Qué corazón destrozado te ha rezado?

Para que hables con un ser tan atormentado.

Pero luna al despuntar el alba ya no dice nada

al verse los primeros rayos de la mañana,

luna tan solo se queda callada.

Pero cada noche de madrugada

vuelve el niño a llorar su alma atormentada,

mil vidas ha vivido… mas mil veces a sentido
en su alma el castigo
por no saber guardar el amor en su corazón de niño.