martes, 7 de junio de 2011

Democracia Real?

Democracia real…

Tras el quince de marzo de este mismo año, una parte de la población española se moviliza exigiendo a los políticos de España un cambio; la puerta del Sol, el kilometro cero, el centro neurálgico de Madrid y de España entera fue tomada pacíficamente por el movimiento democracia real ya, acamparon creando un improvisado campo de refugiados, organizaron la plaza cual ciudad, algo chabolista, pero con sus infraestructuras bien definidas; comedor, tienda de debate, tienda de propuestas, en fin multitud de lugares donde expresar cada uno a su manera las inquietudes que les llevo a crear esta plataforma; nada más comenzar se les fueron juntando mas y mas personas con las mismas esperanzas, hacer una revolución pacifica con la cual emprender el cambio hacia una democracia donde los políticos trabajen de verdad para el pueblo. Llenaron los telediarios de todas las cadenas, no pararon de repetirnos que no hay jefes, que el movimiento no tiene lideres y que es fruto del descontento de la sociedad; apolíticos y en su mayoría estudiantes, parados, amas de casa, becarios, un conglomerado bien representativo de nuestra sociedad actual; ante las cámaras es lo que todos vimos, ante los medios, mostraron su organización, caminos entre las tiendas bien delimitados, grupos de limpieza, tiendas de debate, centro de prensa donde se recogen propuestas en pos de la revolución; tanto y tanto bueno que España entera se volcó con este espontaneo movimiento revolucionario moderno, algunos hasta se aventuraron en llamar la ultima revolución romántica. Las verdades siempre son relativas y todos los comienzos son siempre buenos; con esto no quiero decir que nos hallan engañado o mentido, veinte días después de la toma del epicentro de España las cosas son muy distintas de lo que parecen; he tenido la suerte de presenciar insitu lo que indiscutiblemente a entrado por la puerta grande en la historia reciente de este país, algo más de dos semanas después de sus inicios, he podido pasear por esos caminos bien demarcados, entremezclarme en esas tiendas de reuniones, estar en la tienda de opiniones e incluso asomarme al centro del amor, una vez recorrido por la mañana, por la noche y por la tarde todo aquel tinglado, mi impresión no es nada romántica, la idea de un movimiento revolucionario pacifico que yo tenía se aleja mucho de todo lo que he visto. Me dio vergüenza ajena ver que no son más que un grupo de ocupas, una parte de la sociedad a la cual todos rechazamos, personas sin oficio ni beneficio, oportunistas los cuales han visto en la actuación de los comienzos su oportunidad de alojarse, comer y beber gratis, ejercer la labor que mejor saben hacer, pasar el tiempo tumbados al sol fumando porros y charlando colocadamente sin más esperanzas que este movimiento no pare nunca. Su actitud burlesca frente a las fuerzas de seguridad del estado es casi ofensiva, creyéndose que han ganado una batalla que solo ellos ven, ¡pobres mentes ¡ alimentadas por años de humos nocivos y corroídas por los alcaloides de drogas supuestamente naturales; esa es la sensación que a mí me quedo después de pasearme por esos caminos que ni están bien delimitados, ni hay una efectiva infraestructura en las tiendas, no son más que chabolas hechas con plásticos, pales de madera, sillones recogidos en vertederos, basura acumulada en las papeleras y un olor a orines que lo embriaga todo, la mezcla de esos orines y el inconfundible aroma a hierba prohibida es lo que predomina en el ambiente, sin mencionar que dentro de las tiendas comunes nos es mejor el aire que se respira, será por sus costumbres étnicas o más bien por la falta de higiene corporal, sea como fuere mi sensación, la idea que me he traído tras mi viaje no es más que un campamento de desamparados, perros flauta los cuales han encontrado la panacea en el kilometro cero de España.

Mi conclusión es que esta gran nación se merece un cambio, que los ciudadanos estamos cansados de politicuchos que no hacen más que robar, falsear y mentir en su propio beneficio, han dejado tras de sí un país abogado al desastre, una sociedad vendida a las entidades bancarias, verdaderos señores del fraude, los cuales son artífices de todo estos problemas que nos embriagan y someten sin tregua a este gran país; creo fehacientemente que pronto ese cambio empezara a rodar, creo que toda mi alma que esta gran nación volverá a resplandecer y a ocupar el lugar que se merece, pero no por un puñado de fumetas oportunistas los cuales solo se representan a sí mismos; creo que el cambio será paulatino, pero no gracias a lo que en estos momentos se ha convertido el movimiento del 15M, quizás la espita ha sido ese, pero como todo termina prostituyéndose y sin un verdadero control se devalúa; en algo más de veinte días ellos, los artífices reales, esas amas de casa, esos estudiantes, esos parados, esas personas valientes que se tiraron a la calle, que pedían con su actitud un cambio, han sufrido en sus propias carnes el cáncer de este país, los oportunistas.

Esa es la sensación que me traigo, el mal se repite en un improvisado campamente revolucionario, al amparo de la última revolución romántica.

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