martes, 8 de septiembre de 2009
Bueno ya termina mi día, y la verdad que mejorar lo que se dice mejorar, no mejoro casi en nada; para no ser tan pesimista, ha habido algo, una pincelada de alegría (gracias a los dos por estar), ellos ya saben a quién me refiero. También el llegar a casa no es malo (a casa de mis padres) ellos si me llenan de felicidad, nada más verlos, siempre enteros, siempre unidos, siempre con migo, es de agradecer y de honrar, ya que sin ellos nada de esto valdría la pena; lo de ellos sí que es amor incondicional, ya que el soportarme muchas veces, por no decir siempre, es ardua tarea. Me propongo un día de estos colgar alguna foto de ellos y dedicarles unas letras. En fin ahora me llega el turno de tumbarme frente a la tv a esperar que me venza el sueño, temeroso de Morfeo y de su hidalgo, ¿a saber que me deparan esta noche? Si el limbo de los sueños o el inframundo de las pesadillas…
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